viernes, 6 de diciembre de 2013

El ser humano puede hacer cosas increíbles


Pros y contras de los deportes más practicados en el país

Son gimnasia, fútbol, ciclismo, correr, natación y tenis, según datos oficiales. Todos tienen grandes beneficios cardiovasculares y musculares. Pero su práctica inadecuada puede producir problemas.
               
En Argentina, el 38% de la población hace alguna actividad física, pero pocos se dedican a los deportes. Tan sólo el 15% de la población los practican con regularidad y de manera suficiente como para obtener un beneficio para su salud, según la última encuesta del Ministerio de Salud de la Nación y la Secretaría de Deporte del Ministerio de Desarrollo Social.Entre los deportes que más populares, el favorito es la gimnasia (la eligen 11% de los argentinos), que incluye hacer aparatos, gimnasia artística y aeróbica, entre otras prácticas. Luego, los deportes más practicados son fútbol (9%), ciclismo (6%), correr o running (5%), natación (2%) y tenis (1%). Son los seis deportes más practicados con continuidad.

“Lo ideal sería que más gente se sumara a ejercitar actividad física en general.
Que la incorpore como parte de su vida laboral, al bajarse antes del transporte y caminar o al subir por escaleras, y que elija y practique algún deporte que le guste en su tiempo libre”, dijo a Clarín Sebastián Laspiur, director de promoción de la salud y control de enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud. 
Cada uno de los 6 deportes más practicados por los argentinos tiene sus beneficios para la salud, pero también obligan a tomar precauciones. “La práctica deportiva debe estar planificada de acuerdo a las condiciones de cada persona. Un infartado puede cruzar los Andes o un asmático ganar una prueba olímpica si se elabora antes un plan de trabajo físico. Sólo hay que estudiarlo y establecer en detalle el entrenamiento adecuado ”, sostuvo Osvaldo Jarast, especializado en medicina del deporte y director de CardioFitness.

Con la práctica de la gimnasia, “la persona mejorará su estado aeróbico y esto llevará a mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular, el estado de ánimo, y el fortalecimiento de los huesos para prevenir la osteoporosis. Puede también ayudar a bajar el sobrepeso.

A las ocho semanas de práctica se empiezan a producir los cambios en el cuerpo ”, resaltó Oscar Mendoza, médico cardiólogo y deportólogo del Instituto Cardiovascular Buenos Aires (ICBA). Pero si no está bien supervisada, la gimnasia puede tener riesgos de lesiones innecesarias.

“El riesgo de la gimnasia es que se realice un esfuerzo desproporcionado al nivel del rendimiento que tolera nuestro cuerpo ”, advirtió Jorge Franchella, director del programa de actividad física y deportes del Hospital de Clínicas de la UBA. Otra contra de la gimnasia es que “se realice con vestimenta inadecuada”. Por ejemplo, hay gente que usa calzado que no coincide con su pisada. Para evitar este problema, se puede hacer un estudio previo, señaló Franchella.

Con respecto al fútbol, su práctica mejora el tono y la fuerza muscular, aporta beneficios cardiovasculares, y mejora el estado de ánimo al vincular a la persona con otros que forman el equipo. Si se lo practica para competir, debería hacerse una evaluación cardiológica y seguir un entrenamiento previo al juego. Entre los riesgos del fútbol, predominan las lesiones en músculos, articulaciones o huesos y muchas veces ocurren por falta de entrenamiento adecuado, según el doctor Mendoza.

El ciclismo también contribuye a la buena salud cardiovascular. “Si se lo practica correctamente, aumenta sensiblemente la potencia aeróbica ”, subraya Franchella. El riesgo pasa por las caídas.
Otro deporte en ascenso es el running , con el auge de las carreras de calle y las maratones. “El correr es un deporte de crecimiento exponencial en la última década”, afirmó Pablo Corinaldesi, director médico de la Asociación Latinoamericana de Salud y Actividad física. “Los seres humanos han corrido desde sus inicios como especie.

El principal problema es que se piensa que cualquiera puede salir a correr sin control.Sin embargo, es indispensable realizar un certificado de aptitud física que no sólo aporta seguridad desde la salud sino que permite prescribir el entrenamiento según la condición inicial. Se necesita el estudio de la pisada, la elección del calzado óptimo, y la realización de un electrocardiograma de reposo y una ergometría de esfuerzo”.



Por último, la natación y el tenis se encuentran entre los 6 más practicados. En el caso de la natación, se combinan beneficios de fuerza muscular con cardiorrespiratorios. El contacto con el agua aporta relajación. La mayor debilidad es que el nadador puede sentir soledad. “Se aconseja practicar natación con otro deporte de equipo que produzca placer”, sugirió Corinaldesi. El tenis también trae beneficios, pero al usar la raqueta de un solo lado produce un desarrollo muscular asimétrico. No es aconsejable en personas con desviación de la columna, y no debería ser practicado para bajar de peso si no se cuenta con entrenamiento previo.

Nomadismo y sedentarismo

Sedentarismo físico y enfermedades

El peor factor de riesgo, muy por encima de la obesidad, el tabaquismo y el alcoholismo es: el sedentarismo. Factor de riesgo que alcanza a la mayoría de la población mundial, ya que no todos realizan una actividad física en forma sistemática y planificada. En contraposición al nomadismo, el sedentarismo físico es causa de innumerables enfermedades.

La vida actual reduce la capacidad de movimiento del hombre para hacer cotidianamente actividad física.Muchísimos años atrás las actividades rutinarias implicaban cierto esfuerzo físico, que si bien no era planificado, era suficiente para activar los mecanismos de adaptación del cuerpo al esfuerzo.

Sin ir muy atrás en el tiempo, cuando el ser humano debía recorrer grandes distancias para cazar a su presa para comer, el solo hecho de lavar la ropa a mano, constituía un esfuerzo físico tanto muscular como orgánico que la automatización ha eliminado o reducido a una mínima expresión.

La cantidad de ejercicio que se necesita para protegerse de los factores de riesgo es menor a la que se presentaba años atrás.La American College of Sports Medicine (Colegio Americano de Medicina del Deporte) recomienda realizar sesiones de 30 minutos de actividad aeróbica 3 veces por semana a una intensidad media.

Asimismo, un grupo de investigadores de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo concluyeron que 3 minutos de ejercicio intenso, cada dos días es suficiente para protegerse de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Descubrieron que realizar ejercicios musculares durante 30 segundos con gran intensidad, mejora el metabolismo en solo dos semanas. Se entiende que deben hacer ejercicios durante 30 segundos con pausas de 3 minutos como mínimo y volver a realizar otra actividad hasta completar los tres minutos totales de trabajo físico.


En síntesis, puedes protegerte de cualquier enfermedad, y además elevar tu calidad de vida con la práctica de cualquier actividad física, la que más se ajuste a tus gustos y necesidades.

Deporte para un cerebro mas sano


jueves, 5 de diciembre de 2013

Aumentar el ejercicio físico mejora el rendimiento cognitivo y las notas en adolescentes.

Un programa de intervención escolar, denominado EDUFIT, demuestra que, si se duplican las horas de Educación Física y se aumenta la intensidad de las clases, es posible mejorar el rendimiento cognitivo y académico de los alumnos



Este estudio, en el que participan investigadores de la UGR, ha sido publicado en el último número de la revista Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports.

Los adolescentes que hacen más ejercicio físico en el instituto sacan mejores notas y tienen un mejor rendimiento cognitivo, lo que implica aspectos como la capacidad verbal y no verbal, el razonamiento abstracto, la capacidad espacial, el razonamiento verbal y la habilidad numérica. Así lo ha confirmado un estudio realizado por un grupo de científicos españoles, entre los que se encuentran tres investigadores de la Universidad de Granada

El objetivo de este trabajo, publicado en el último número deScandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, era analizar los efectos de un programa de intervención escolar, denominado EDUFIT, y centrado en aumentar el número de clases de Educación Física por semana y la intensidad de las mismas en un instituto de Murcia. 

Para ello, sus autores trabajaron con una muestra formada por 67 adolescentes de entre 12 y 14 años, de ambos sexos (43 chicos y 24 chicas), que se dividió en tres grupos distintos. El primero de ellos actuó como grupo control (no se intervino en él), y siguió practicando con normalidad sus clases de Educación Física (esto es, dos sesiones de 55 minutos a la semana, incluido el tiempo de desplazamiento a las instalaciones, cambio de ropa y aseo después de la práctica). En el segundo grupo, sus integrantes tuvieron el doble de horas de Educación Física a la semana (cuatro), mientras que a los miembros del tercero, además de duplicarles las horas de Educación Física, éstas incluyeron ejercicios físicos de alta intensidad. 

Inmediatamente antes y después de la intervención, que duró cuatro meses, los investigadores aplicaron a todos los participantes un test de inteligencia cognitiva, además de analizar su rendimiento académico (las notas). 

Mejores calificaciones y rendimiento cognitivo
De este modo, observaron que todas las variables relacionadas con el rendimiento cognitivo, excepto el razonamiento verbal, aumentaron significativamente en el grupo que realizó cuatro horas de Educación Física de alta intensidad con respecto al grupo control que siguió recibiendo sus dos horas con normalidad. Además, el rendimiento académico medio de las asignaturas cursadas mejoró notablemente. Particularmente, las mejoras en las calificaciones fueron más importantes en asignaturas como Matemáticas, pero no en Lenguaje. 

Francisco B. Ortega, investigador Ramón y Cajal del Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias del Deporte de laUniversidad de Granada y del Instituto Karolinska de Suecia, e investigador responsable de este trabajo, advierte de la necesidad de realizar más estudios en esta misma línea, con una muestra más amplia de participantes. “Con todo, nuestro estudio nos permite afirmar que la intensidad de las sesiones de Educación Física en los centros educativos podría desempeñar un papel importante sobre el rendimiento cognitivo y el éxito académico de los alumnos”. 

Ortega añade que “estudios previos han demostrado que las personas con mejor condición física tienen un mayor tamaño del hipocampo, centro del aprendizaje y memoria, lo que contribuiría a explicar los resultados observados en este estudio”. El efecto positivo del ejercicio físico sobre el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una de las sustancias que contribuyen al crecimiento de nuevas neuronas y sinapsis, así como el aumento de la capilarización y flujo sanguíneo a nivel cerebral, “son algunos de los mecanismos fisiológicos que se cree podrían explicar la mejora cognitiva y académica observada como consecuencia del aumento del número e intensidad de las sesiones de Educación Física.” 

Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Daniel Navarro Ardoy, asesor de formación del Centro de Profesorado de la Región de Murcia, profesor de Educación Física y primer autor de este trabajo. Esta investigación fue codirigida por el catedrático de Fisiología Manuel Castillo Garzón, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada

Calculadora de Índice de Masa Corporal (IMC)

El Índice de masa corporal (IMC), o Body Mass Index en inglés (BMI) estima el peso ideal de una persona en función de su tamaño y peso. El Índice de masa corporal es válido para un adulto hombre o mujer (18 a 65 años). 

El IMC también se le llama índice de Quételet (inventado por el científico belga Jacques Quételet, 1796-1874). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido este índice de masa corporal como el estándar para la evaluación de los riesgos asociados con el exceso de peso en adultos.




Puede corroborarse en el siguiente LINK: http://www.eligevivirsano.cl/mueve-tu-cuerpo/indice-masa-corporal/

La alimentación en las actividades deportivas

Cuando uno habla de “alimentación y deporte”, lo primero que se le ocurre es pensar en comer lo mejor posible para así desarrollar una actividad extra sin sufrir agotamiento físico. Sin embargo, no es tan sencillo: aunque comamos un día bien, seguiremos sin ser capaces de correr los 100 metros lisos sin caer en estado de fatiga. Es más, la alimentación y el deporte deben recorrer juntos un largo camino para llegar al podio o simplemente para sentirse bien. Asimismo, hay que tener en cuenta que, además de recorrer un camino juntos, la alimentación y el deporte deben estar relacionados. Es decir, no todos los deportes llevan asociado el mismo tipo de alimentación. Se deben hacer diferencias según una serie de características como tipo de acto deportivo, aeróbico o no, características del deportista, etc.

La alimentación del deportista no sólo debe nutrir las células del organismo para que éste se desarrolle y mantenga, sino que, además, debe cubrir el gasto derivado del esfuerzo extra. También, como en otros aspectos de la vida, la alimentación del deportista se ve rodeada de ciertos matices que, si bien benefician en algunos casos, son muy perjudiciales en otros.

Hoy en día, es bien sabido que la práctica de ejercicio físico unido a una dieta saludable, son pilares básicos en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, obesidad, osteoporosis, además de muchas otras.
En muchas ocasiones nos preguntamos cómo debe ser la alimentación en aquellas personas que realizan un deporte como actividad de ocio o tiempo libre, de qué forma deben alimentarse para mejorar su rendimiento físico frente a la actividad que realizan. 
Si embargo, muchas y muy diversas son las respuestas que se pueden encontrar si no preguntan al especialista indicado.

En relación a la alimentación del deportista existen muchos mitos y creencias muy dispares. Por eso desde aquí, vamos a intentar resolver algunas de ellas.

¿Por qué es tan importante la Nutrición en el Deporte?

La alimentación equilibrada es uno de los pilares principales que garantiza el máximo rendimiento en el deportista. Sin embargo, en muchas ocasiones los deportistas no alcanzan sus necesidades nutricionales específicas.

Podemos practicar deporte de competición, en el que el deportista tiene entrenamientos de más de 6h diarias; o deporte por afición, con entrenamientos de 1 a 3h al día.

En ambos casos, la alimentación debe ser equilibrada en todos los nutrientes y siempre personalizada para cada deportista.

Quienes practican alguna actividad de forma moderada, como caminar, pasear o hacer bicicleta estática un par de días a la semana no tienen la necesidad de adaptar su dieta a este tipo de deporte, pero sí cuidar que ésta siga unos patrones saludables.

Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo quema hidratos de carbono (glucosa) y grasas para poder producir la energía que necesita para realizar el esfuerzo. También suda para regular la temperatura corporal. Ambas acciones van a producir una pérdida de nutrientes en el organismo, lo que se traduce en un desequilibrio nutricional. 

Si no estamos bien alimentados e hidratados antes, durante y después del entrenamiento, este desequilibrio desencadena dolor muscular, fatiga y mucha hambre tras el ejercicio. 


Alimentación adaptada al entrenamiento

Lo primero a tener en cuenta, es que las necesidades calóricas van a variar dependiendo del tipo de actividad realizada y de otros factores individuales, como el sexo, la edad o la estatura. Además del objetivo deseado, es decir si la dieta debe ir enfocada a pérdida o aumento de peso.

Reparto de nutrientes:
En este punto es donde existe mayor controversia. En muchos casos se tiene la creencia de que para un mayor rendimiento y obtención de una mayor masa muscular la dieta debe ser muy rica en proteínas.
Pero, nada más lejos de la realidad. La alimentación debe ser variada y equilibrada en todos los casos, es decir se deben comer todo tipo de alimentos, procurando que exista un predominio de hidratos de carbono complejos. Lo que se traduce en que la dieta debe contener un 50-55% de Hidratos de Carbono, un 15-20% de proteínas y un 25-30% de lípidos (grasas). También es importante realizar 5 comidas, haciendo un reparto equilibrado de calorías a lo largo del día, para mantener la glucosa constante en sangre.

Hidratación:
Para cualquier actividad que realicemos, va a ser fundamental mantenerse hidratado, tanto antes, durante y después del ejercicio.
Durante la práctica de cualquier deporte vamos a perder líquidos sin apenas darnos cuenta, lo mejor sería reponer exactamente la cantidad de agua que hemos perdido, pero muchas veces es difícil de controlar, por lo que es primordial estar bien hidratado antes del ejercicio, e ir reponiendo líquidos mediante la toma de aguas mineralizadas durante la práctica del mismo. 

Reponer fuerzas:
Es importante realizar una dieta adecuada después del entrenamiento, ya que debemos recuperar y equilibrar todos los nutrientes perdidos. Pero, para ello, debemos diferenciar el tipo de ejercicio que hemos realizado, ya que de él va a depender qué tipo de nutrientes hemos perdido:

-      Ejercicio aeróbico: comprende las actividades de media o larga duración, como correr, caminar, nadar, remar o practicar ciclismo.

-     Ejercicio anaeróbico: engloba actividades de fuerza, de corta duración e intensidad más alta, como las pesas, los saltos, el baloncesto o la gimnasia artística.

En todos los deportes se practican ambos tipos de ejercicios, aunque siempre predomina uno de ellos. Y en todos los deportes hay un gasto de energía.

Para reponer fuerzas, es importante elegir alimentos ricos en Hidratos de Carbono complejos y Proteínas magras (con bajo contenido en grasas); sobre todo durante las dos horas posteriores al esfuerzo físico, ya que es cuando el cuerpo está más receptivo y va a asimilar mejor los alimentos.


Recuerda:
·                     Después de cada entrenamiento, es conveniente comer un pequeño tentempié para evitar llegar a las comidas principales con mucha hambre.
·                     Es importante evitar los alimentos muy grasos y azucarados, aunque muchas veces sea lo que apetece tras un duro periodo de ejercicios, las patatas fritas o la bollería además de crear sensación de pesadez, pueden anular parte del trabajo realizado durante la práctica de ejercicio.
·                     Las comidas principales deben ser completas y variadas. No deben faltar las frutas y verduras, además de hidratos de carbono complejos, como cereales integrales, arroz, pasta o legumbres, y proteínas, en forma de huevo o carnes magras (pavo, pollo, conejo o pescado).
·                     Para relajar los músculos después del ejercicio, es esencial el consumo de alimentos ricos en potasio, como la fruta (sobre todo, los plátanos) y las verduras. Si a pesar de ello se nota sensación de cansancio extremo, es aconsejable tomar un complejo vitamínico que ayudará a reponerse con más facilidad.
·                     Debemos evitar el consumo de grasa, ya que también retrasa la digestión de las proteínas y, por tanto, la recuperación de los músculos.


Actividad Fisica, Deporte y Salud


Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud

La OMS ha elaborado las Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud con el objetivo general de proporcionar a los formuladores de políticas, a nivel nacional y regional, orientación sobre la relación dosis-respuesta entre frecuencia, duración, intensidad, tipo y cantidad total de actividad física y prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT).

Las recomendaciones que figuran en ese documento distinguen tres grupos de edad: 5-17 años, 18-64 años y más de 65 años. A continuación se indican las recomendaciones para cada grupo de edad. 


Jóvenes (5 a 17 años)
Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT, se recomienda que:
  •  Los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
  • La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
  • La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

Efectos beneficiosos de la actividad física en los jóvenes

La realización de una actividad física adecuada ayuda a los jóvenes a:

  • desarrollar un aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) sano;
  • desarrollar un sistema cardiovascular (corazón y pulmones) sano;
  • aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos);
  • mantener un peso corporal saludable.

La actividad física se ha asociado también a efectos psicológicos beneficiosos en los jóvenes, gracias a un mejor control de la ansiedad y la depresión.
Asimismo, la actividad física puede contribuir al desarrollo social de los jóvenes, dándoles la oportunidad de expresarse y fomentando la autoconfianza, la interacción social y la integración. También se ha sugerido que los jóvenes activos pueden adoptar con más facilidad otros comportamientos saludables, como evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, y tienen mejor rendimiento escolar.

Adultos (18 a 64 años)
Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.
 Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT y depresión, se recomienda que:

  • Los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
  • La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
  • Que, a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
  • Dos veces o más por semana, realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.

Efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos

En general, una sólida evidencia demuestra que, en comparación con los hombres y mujeres adultos menos activos, las personas más activas:

  • presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, síndrome metabólico, cáncer de colon y mama, y depresión;
  • probablemente tienen un menor riesgo de fractura de cadera o columna;
  • presentan un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y
  • mantienen más fácilmente el peso, y tienen una mejor masa y composición corporal.

Adultos mayores (de 65 años en adelante)
Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT, depresión y deterioro cognitivo, se recomienda que:

  • Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
  • La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
  • Que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
  • Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
  • Convendría realizar actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
  • Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.

Efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores
En general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas mayores físicamente activas:

  • presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión, un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una mejor masa y composición corporal.
  • tienen un perfil de biomarcadores más favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la mejora de la salud ósea, y
  • presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.


Diez beneficios de hacer actividad física

Cada vez nos movemos menos y las consecuencias de ello no es sólo la posibilidad de engordar: la inactividad física afecta a nuestro cuerpo en distintas formas de las que no somos tan concientes. Para pensar en ellas, nada mejor que ver la otra cara: los beneficios de la actividad física.

Controles remotos para el portón del garaje, el equipo de música, el televisor, el aire acondicionado; el delivery; computadoras que evitan que vayamos al correo y al banco porque podemos gestionar todo a través de internet… La vida moderna es más cómoda, sí, pero las personas cada vez se mueven menos y eso tiene consecuencias en la salud.

“Al no movilizarse, los músculos empiezan a disminuir de tamaño, es decir a atrofiarse. Algunos investigadores consideran que la epidemia más importante a nivel global es la gran pérdida de masa muscular que está teniendo la humanidad por la falta de movilidad gracias a todos los aparatitos y avances tecnológicos que tenemos”, advierte el doctor Rubén Salcedo, director médico de Sanatorio Diquecito.

Lo agravante, indica Salcedo, es que “al perder masa muscular perdemos salud”. Y es importante saber que los riesgos de la falta de actividad física no dependen de si la persona es obesa o no, ya que “si una persona es delgada también tiene riesgo”.

 Diez importantes beneficios

Para ver lo que perdemos al no realizar actividad física, tenemos que analizar los beneficios que nos da el hecho de tener buena masa muscular:

1.Para la columna: Hacer actividad física previene deformaciones de la columna vertebral, como es la escoliosis y la lordosis (curvaturas anormales de la columna).


2.Elasticidad y movilidad: Las articulaciones van sufriendo pérdida de movilidad y de elasticidad cuando uno no hace actividad física. Ocurre lo contrario cuando la realizamos.

3.A nivel cardíaco:
-Mejora el colesterol bueno. Cuando uno mantiene una buena actividad física el músculo crece y, al hacerlo, indirectamente produce un aumento del colesterol bueno, que es el que evita que la grasa que comemos se pegue en las arterias y termine tapándolas produciendo infartos, embolias cerebrales, arterioesclerosis, pérdida de la memoria.
-Evita la presión alta. La actividad física dilata las arterias y eso hace que, si tenés presión alta, la presión te baje.

4-Las várices: No hay mejor preventivo que el hecho de hacer actividad física. Si la persona no realiza actividad física el primer lugar en el que almacena grasa es en el abdomen, la cual comprime las venas que traen la sangre de las piernas y la llevan al corazón, produciendo una circulación lenta o estancamiento en los miembros inferiores, con dilatación de las venas de las piernas (es decir, várices).

5-Menor cansancio: La persona que no hace actividad física llega más cansada al final del día que la persona que sí hace. Quiere decir que una persona sana al final del día tiene que terminar con sueño pero no con agotamiento físico, de lo contrario significa que está fuera de estado físico.

6-La capacidad respiratoria: Cuando hacés actividad física utilizás todo el pulmón y por lo tanto mejorás la oxigenación y llega más oxígeno al cerebro. Al tener mejor oxigenación cerebral hay mejor rendimiento intelectual.

7-Diabetes, triglicéridos y colesterol: Los triglicéridos, el colesterol malo y el azúcar de la sangre son los principales combustibles del músculo. Cuando el músculo empieza a trabajar utiliza azúcar; eso hace que mejore la diabetes. Y cuando lleva más de 20 minutos funcionando empieza a consumir más triglicéridos y colesterol malo. Por lo tanto, el ejercicio físico es el mejor preventivo para la diabetes y para que las arterias no se tapen con colesterol malo.

8-A nivel de la sangre: Al haber menos colesterol y menos triglicéridos, la sangre se vuelve más fluida, más líquida, y eso evita que se formen coágulos. Un coágulo que se forma dentro del corazón viaja por las arterias y como éstas, por una cuestión anatómica, se van achicando de tamaño para llegar al cerebro o para poder llegar al pulmón se terminan produciendo las embolias de pulmón, de cerebro, de intestino, etc.

9-Nivel digestivo: Cuando hacés actividad física los músculos del abdomen se contraen y se relajan rítmicamente produciendo una especie de masaje sobre los intestinos, ayudando a que la persona evacue mejor. También esto previene el cáncer de colon.

10-Sistema nervioso: Con el ejercicio físico mejora la coordinación muscular. El cerebro es como el músculo: más lo utilizás, mejor anda. Además, cuando uno hace actividad física se liberan unas hormonas que son muy parecidas a la morfina, que se llaman betaendorfinas. Son antidepresivos naturales que estimulan el cerebro y mejoran el estado de ánimo.

Actividad Física y Salud

La actividad física y la salud están relacionadas, la práctica de un deporte adecuado a nuestras características ayudará a mantener en forma nuestra salud.
Sin duda nuestro ser corporal está signado por nuestro ser social, inmerso en una cultura como nunca antes globalizada que tiende a pautar la idoneidad de nuestros hábitos y prácticas corporales. Esta idoneidad se hace extensiva no sólo a las "correctas o deseables" conductas higiénicas, alimentarias, gestuales y posturales, (entre otras), sino a los recursos, métodos y procedimientos para lograrlas.

Nuestras elecciones en la medida en que pueden llegar a serlo sobre los "cuidados" que prodigamos al cuerpo están mayoritariamente arraigadas en el sentido del deber: debemos estar sanos, ágiles y en forma. En muchos casos, más que un derecho adquirido y un placer merecido, es un mandato forjado por la cultura del cuerpo saludable en una sociedad que consolida pautas de vida laboral cada vez más sedentarias.

"Estar en forma" se ha convertido en un lema más de las industrias de la salud, y no extraña observar la proliferación de nuevas y mágicas propuestas de rutinas gimnásticas disponibles tanto en revistas como en centros de aparatología denominados gimnasios. Para quienes pudieran opinar que la Educación Física es una práctica exclusiva del periodo escolar queremos recordarles que es una disciplina que se ocupa de que la actividad física esté relacionada básicamente con la salud y no con las leyes de mercado.

La Actividad Física sólo se traducirá en una mejor calidad de vida si es realizada en un marco de verdadero cuidado de la salud de cada persona. Así como en el ámbito educativo hay un amplio desarrollo de esta tarea, parece que tendremos que esperar un tiempo más para que se extienda a políticas comunitarias que promuevan diversos programas de actividades para la salud en el ámbito social, de tal manera que la educación física de la persona adulta no quede librada a las leyes no siempre tan saludables del mercado.


Tomar conciencia de esta diferencia podría ser un primer paso.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Concepto de Salud

La salud (del latín salus, -ūtis) es un estado de bienestar o de equilibrio que puede ser visto a nivel subjetivo (un ser humano asume como aceptable el estado general en el que se encuentra) o a nivel objetivo (se constata la ausencia de enfermedades o de factores dañinos en el sujeto en cuestión). El término salud se contrapone al de enfermedad, y es objeto de especial atención por parte de la medicina.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va más allá de eso. En otras palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de eficiencia del metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular) y macro (social).

Salud  El estilo de vida, o sea el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser beneficioso para la salud, pero también puede llegar a dañarla o a influir de modo negativo sobre ella. Por ejemplo, un individuo que mantiene una alimentación equilibrada y que realiza actividades físicas en forma cotidiana tiene mayores probabilidades de gozar de buena salud. Por el contrario, una persona que come y bebe en exceso, que descansa mal y que fuma, corre serios riesgos de sufrir enfermedades evitables.

En grandes rasgos, la salud puede reconocerse y analizarse desde dos perspectivas: la de la salud física y la de la salud mental, aunque en realidad se trata de dos aspectos relacionados entre sí. Para mantener la salud física en óptimas condiciones, se recomienda realizar ejercicios de forma periódica y tener una dieta equilibrada y saludable, con variedad de nutrientes y proteínas.
Así, es importante recalcar que para gozar de una magnífica salud física se hace necesario que la persona en cuestión cuenta con una serie de hábitos tanto alimenticios como deportivos. Así, respecto al primer aspecto hay que subrayar que las dietas que se realicen deben ser nutritivas y equilibradas obviándose en la medida de lo posible todo lo que se refiere a la ingesta de alcohol y otras drogas, y también a dejar de lado el tabaco.
En cuanto a la práctica de deporte existen muchas disciplinas que contribuyen a que el individuo goce de una buena forma. Así, se puede llevar a cabo la práctica de la natación, el ciclismo o el footing. No obstante, es cierto que en los últimos años las disciplinas deportivas que han experimentado un mayor crecimiento son aquellas que no sólo permiten mantener una buena forma física sino también un equilibrio psíquico. Este sería el caso, por ejemplo, del yoga o de pilates.
La salud mental, por su parte, apunta a aglutinar todos los factores emocionales y psicológicos que pueden condicionar a todo ser humano y obligarlo a emplear sus aptitudes cognitivas y su sensibilidad para desenvolverse dentro de una comunidad y resolver las eventuales demandas surgidas en el marco de la vida cotidiana.
Cabe destacar que las ciencias de la salud son aquellas que permiten obtener los conocimientos necesarios para ayudar a prevenir enfermedades y a desarrollar iniciativas que promuevan la salud y el bienestar tanto de una persona en particular como de la comunidad en general. La bioquímica, la bromatología, la medicina y la psicología, entre otras, son ciencias de la salud.







Concepto de Educación Física


El término que vamos a analizar está compuesto por dos partes claramente diferenciadas. Así, en primer lugar está conformado por la palabra educación cuyo origen etimológico se encuentra en el latín educatio que, a su vez, es fruto de la suma del prefijo ex que significa “hacia afuera”, el verbo ducere que equivale a “guiar” y el sufijo –cion que es sinónimo de “acción”.
En segundo lugar, está la palabra física que emana del griego y más concretamente de la unión de dos partes perfectamente delimitadas: el término physis que puede traducirse como “naturaleza” y el sufijo –ica que es igual a “ciencia”.
Realizar una definición precisa de la educación física es una tarea ardua. Es que, en el ámbito académico, existen distintas concepciones y enfoques referidos al término. La educación física puede ser una actividad educativa, recreativa, social, competitiva o terapéutica, por ejemplo.

Educación Física En lo que hace referencia a su sentido educativo o formativo, la educación física es una disciplina científico-pedagógica, que se centra en el movimiento corporal para alcanzar un desarrollo integral de las capacidades físicas, afectivas y cognoscitivas del sujeto.
Decíamos que la educación física es una disciplina y no una ciencia, ya que no se ocupa del estudio específico de un cierto objeto, sino que toma elementos de diversas ciencias hasta conformar su marco de aplicación. En cuanto al desarrollo integral del individuo, la educación física trasciende la antigua idea del ser humano como una suma de cuerpo, mente y alma; por el contrario, trabaja sobre todos los aspectos de la persona como una unidad.

Las distintas corrientes de la educación física pueden definirse de acuerdo a la forma en que se focaliza la disciplina. Existen corrientes que se centran en la educación (su campo de acción es la escuela y el sistema educativo en general), en lasalud (se considera a la educación física como un agente promotor de la salud, con la intención de prevenir enfermedades), en la competencia (la disciplina como entrenamiento deportivo para el desarrollo de alto rendimiento), en larecreación (actividades lúdicas para vincular al sujeto con el medio) y en la expresión corporal (a partir de la influencia que recibe de la danza, el yoga y la música).