La salud (del latín salus, -ūtis) es un estado de bienestar
o de equilibrio que puede ser visto a nivel subjetivo (un ser humano asume como
aceptable el estado general en el que se encuentra) o a nivel objetivo (se
constata la ausencia de enfermedades o de factores dañinos en el sujeto en
cuestión). El término salud se contrapone al de enfermedad, y es objeto de
especial atención por parte de la medicina.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es
la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel
físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da
cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va más allá de
eso. En otras palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de
eficiencia del metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular)
y macro (social).
Salud El estilo de
vida, o sea el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser
beneficioso para la salud, pero también puede llegar a dañarla o a influir de
modo negativo sobre ella. Por ejemplo, un individuo que mantiene una
alimentación equilibrada y que realiza actividades físicas en forma cotidiana
tiene mayores probabilidades de gozar de buena salud. Por el contrario, una
persona que come y bebe en exceso, que descansa mal y que fuma, corre serios
riesgos de sufrir enfermedades evitables.
En grandes rasgos, la salud puede reconocerse y analizarse
desde dos perspectivas: la de la salud física y la de la salud mental, aunque
en realidad se trata de dos aspectos relacionados entre sí. Para mantener la
salud física en óptimas condiciones, se recomienda realizar ejercicios de forma
periódica y tener una dieta equilibrada y saludable, con variedad de nutrientes
y proteínas.
Así, es importante recalcar que para gozar de una magnífica salud
física se hace necesario que la persona en cuestión cuenta con una serie de
hábitos tanto alimenticios como deportivos. Así, respecto al primer aspecto hay
que subrayar que las dietas que se realicen deben ser nutritivas y equilibradas
obviándose en la medida de lo posible todo lo que se refiere a la ingesta de
alcohol y otras drogas, y también a dejar de lado el tabaco.
En cuanto a la práctica de deporte existen muchas
disciplinas que contribuyen a que el individuo goce de una buena forma. Así, se
puede llevar a cabo la práctica de la natación, el ciclismo o el footing. No
obstante, es cierto que en los últimos años las disciplinas deportivas que han
experimentado un mayor crecimiento son aquellas que no sólo permiten mantener
una buena forma física sino también un equilibrio psíquico. Este sería el caso,
por ejemplo, del yoga o de pilates.
La salud mental, por su parte, apunta a aglutinar todos los
factores emocionales y psicológicos que pueden condicionar a todo ser humano y
obligarlo a emplear sus aptitudes cognitivas y su sensibilidad para
desenvolverse dentro de una comunidad y resolver las eventuales demandas
surgidas en el marco de la vida cotidiana.
Cabe destacar que las ciencias de la salud son aquellas que
permiten obtener los conocimientos necesarios para ayudar a prevenir
enfermedades y a desarrollar iniciativas que promuevan la salud y el bienestar
tanto de una persona en particular como de la comunidad en general. La
bioquímica, la bromatología, la medicina y la psicología, entre otras, son
ciencias de la salud.
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